Tom Sorrells y Mark Prellberg sabían mucho de una cosa: captar talento powerpop, saber prensar en vinilo canciones de estribillos juguetones tocados con rabia, bases rítmicas potentes y líneas de bajo cantarinas, con muchos, muchos coros y melodía.
Pero había algo que no tenían, pero nada de nada: olfato para los negocios. Todos los singles que sacaron llegaron a tener una cierta pegada en radios locales, los DJs estaban a la espera de su próximo descubrimiento, pero ellos estaban centrados demasiado en el trabajo de estudio y poco (o nada) en la promoción.
Y así les fué: bandas de gran talento, como The Boys, Gems, Millionaire at Midnight, The Secrets, pasaron sin pena ni gloria (económica, claro) por su catálogo. Y cada single tuvo buena entrada en las radios pero fué, por mala gestión, un fracaso económico.
Como ellos confiesan, "We never had a clue".
Y os pongo una muestra de las maravillas que llegaron a grabar: os pongo un tema de los Millionaire at Midnight, con los que hicieron un single y nunca más se supo.
Está claro que no se pueden hacer negocios sólo con el corazón. También hay que poner cabeza.
The Feelies en 2009
Hace 14 años
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