Mark Oliver Everett, más conocido como E., es el compositor/cantante/alma mater de Eels, un proyecto con más de 15 años de vida que, a día de hoy aún sigue sorprendiendo.
Con un trasfondo siempre marcado por la tragedia (su madre, su hermana, su mujer, todas han muerto en un breve espacio de tiempo), su música puede ser tremendamente luminosa (como ejemplo el que es para mí su mejor álbum, "Daisies of the Galaxy") u oscura e incómoda como unas friegas de papel de lija (ejemplos de álbumes de este estilo, "Souljacker" y "Electro-Shock Blues"). A veces llega a registros tan extremos que pueden llegar a ser disonantes y desagradables al oído, pero nunca te dejan indiferente. Siempre hay sentimiento.
Os voy a poner un tema muy sencillo, casi infantil, piano, voz y arreglos de cuerdas, que a mí siempre me ha llegado muy adentro. El autor habla de sus sueños de infancia, de su primera declaración de amor, de los paseos por el parque con su novia de juventud, y lo hace con una voz de falsete que da una idea de descripción idílica. Pero a continuación dice que tiene una memoria selectiva que no le deja recordarlo. Es una manera superpoética de decir que está roto por dentro, y que no puede ver más allá de su dolor. A mi me estremece cuando, en el estribillo, cambia su voz a un tono más grave y crudo, y dice "I wish I could remember, but my selective memory won't let me".
Con este tema cierra el "Daisies from the Galaxy", su tercer disco, el más completo en la opinión de este cronista.
Con un trasfondo siempre marcado por la tragedia (su madre, su hermana, su mujer, todas han muerto en un breve espacio de tiempo), su música puede ser tremendamente luminosa (como ejemplo el que es para mí su mejor álbum, "Daisies of the Galaxy") u oscura e incómoda como unas friegas de papel de lija (ejemplos de álbumes de este estilo, "Souljacker" y "Electro-Shock Blues"). A veces llega a registros tan extremos que pueden llegar a ser disonantes y desagradables al oído, pero nunca te dejan indiferente. Siempre hay sentimiento.
Os voy a poner un tema muy sencillo, casi infantil, piano, voz y arreglos de cuerdas, que a mí siempre me ha llegado muy adentro. El autor habla de sus sueños de infancia, de su primera declaración de amor, de los paseos por el parque con su novia de juventud, y lo hace con una voz de falsete que da una idea de descripción idílica. Pero a continuación dice que tiene una memoria selectiva que no le deja recordarlo. Es una manera superpoética de decir que está roto por dentro, y que no puede ver más allá de su dolor. A mi me estremece cuando, en el estribillo, cambia su voz a un tono más grave y crudo, y dice "I wish I could remember, but my selective memory won't let me".
Con este tema cierra el "Daisies from the Galaxy", su tercer disco, el más completo en la opinión de este cronista.
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